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28 de agosto de 2014 por
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Javier Diez

Hoy en día podemos decir que la tablet es el ‘producto de moda’. Así lo indica el incremento exponencial que ha tenido su venta en el último período, pero cabe preguntarse ¿verdaderamente podré trabajar con una tablet? ¿mi vista me permitirá estar tantas horas frente a una pantalla pequeña? ¿será capaz de soportar todo el trabajo que tengo para hacer o aumentará la cantidad de horas que deba permanecer frente al dispositivo, por no tener un procesador y capacidad adecuada para el trabajo que se exige hoy en día? Claramente la respuesta a todos estos interrogantes es negativa.

La primera pregunta que debe hacerse el usuario es ¿para qué necesita comprar una tablet o una notebook? Si será para trabajar, entonces la tablet carece de utilidades, a cambio de la notebook, que tiene todas las funciones y características que se necesitan. 

Esta afirmación, se podrá justificar mediante algunas de las tantas comparaciones que podemos hacer entre ambos dispositivos:

· La capacidad y posibilidad de expansión de la memoria RAM es la diferencia más distinguida entre ambos equipos porque se asocia al rendimiento del equipo. Las tablets más sofisticadas alcanzan solo los 3GB, mientras que con una notebook se pueden alcanzar fácilmente hasta los 16GB.
· El procesador de la tablet no es un heavy multitask.
· La memoria de la tablet es bastante limitada, siendo en el mejor de los casos de 128GB vs. los 750GB de una notebook convencional.
· La capacidad de almacenamiento es expandible, pero solo hasta 32 GB más con una tarjeta SD o micro SD.
· La tablet no permite conexión por USB tradicional con otros periféricos, en el mejor de los casos requiere fichas especiales.
· El tamaño de la pantalla en la tablet es pequeño y genera mayor cansancio visual (en el mejor de los casos 10" vs. 15.6" de una notebook),
· En cantidad de software compatible, el Windows de la notebook es mucho mayor al Android de la tablet.
· Los componentes internos de una notebook son mucho más potentes y fieles que los que podemos encontrar en las tablets.

Considerando estas diferencias, se puede observar cómo también el usuario no deberá confundir lo que le ofrecerá una tablet, por más que se le agregue un teclado, con las cualidades sobresalientes que hoy en día le ofrecen las 2 en 1, ya que éstas cuentan con todo el rendimiento de una notebook.

El concepto de la tablet existe desde hace tiempo, según algunos estudios que le asignan su origen al "Teleautógrafo", o aquellos que se lo asignan al Dynabook creado por Alan Kay en 1968. Es un producto que ha tenido su evolución por sí mismo a lo largo del tiempo, al igual que lo ha tenido la notebook.

Finalmente la tablet carece de particularidades para ser utilizada para trabajar, por lo que en ese sentido, le sigue dejando el ‘estrellato’ a la notebook como la opción ideal.

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Javier Diez 28 de agosto de 2014
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